La sala Beckett es una sala de teatro, pero no es un lugar de representación escénica al uso. En este espacio no solo se proyectan obras de dramaturgia europeas contemporáneas, además, es un lugar de formación de actores, un sitio donde una de las bases fundamentales es la experimentación. Después de 25 años de actividad, la sala Beckett acaba de trasladar su sede del barrio de Gràcia a de Poblenou.
El nuevo espacio fue encargado a Flores & Prats Arquitectos. Ellos lo reformaron completamente y volvieron a diseñar el antiguo edificio abandonado de la Cooperativa Paz y Justicia. Encontraron un lugar en ruinas de extraordinarias dimensiones que seguía conservando gran parte de la decoración auténtica en muros, techos y suelos.
En la actualidad, la nueva Sala Beckett es un espacio renovado, que conserva gran parte del pavimento de mosaico hidráulico, las carpinterías de madera con cristales de colores, las cornisas y los rosetones de las salas. El diseño del nuevo edificio ha conseguido salas luminosas en las que se ha mantenido su carácter inacabado. Las paredes desgastadas siguen recordando el pasado club social y se han añadido originales lámparas que caen desde el techo, colores inusuales, bancos y descansillos de madera.
El edificio de 2.923 m2 tiene ahora dos espacios de exhibición, aulas de lectura y escritura, de dramaturgia actoral y un bar restaurante para el barrio. Para la renovación de la Sala Beckett se ha contado con el apoyo del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña. Según detalló Flores & Prat Arquitectos a HIC et NUNC, uno de los retos a los que tuvieron que enfrentarse fue conseguir “llevar al equipo de la Sala Beckett a un nuevo lugar sin que se perdiera la magia creada por ellos durante tantos años”.
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