Gaudí y la arquitectura modernista de la ciudad, el mar a pie de calle, el tráfico y la viveza de las calles durante el día, la tranquilidad de las noches o sus rincones con movimiento para las mentes nocturnas más despiertas… Estas son las características más destacadas de la ciudad de Barcelona, las que todas juntas conforman su esencia, las que despiertan los sentidos de las personas que la conocen.
El sabor es la impresión que nos causa, normalmente, un alimento. Pero, al tratarse de una impresión, el sabor va más allá del sentido gustativo u olfativo de las personas. Es fácil pues llevar el sabor a un terreno metafórico y conseguir que una casa particular tenga el sabor de una ciudad entera, en este caso, Barcelona.
Una casa con sabor a Barcelona es aquella que solo entrar por la puerta, sabes que tiene que estar en Barcelona y no en otra ciudad ni lugar. El ático dúplex del barrio de Sarrià-Sant Gervasi es inconfundiblemente un piso barcelonés, ya que mezcla elegancia y decoro con modernismo, gracias, sobre todo, a la distribución de las partes de la casa y a la mezcla del parqué y obra vista.
Una terraza con vistas a otros edificios de la Ciudad Condal, pero, sobre todo, a algún elemento emblemático, como la Torre Agbar, siempre ayuda a hacer de ese hogar, un hogar con sabor a Barcelona. Y, más aún, si se trata de un piso céntrico, como el ático del barrio de Ciutat Vella, cerca de la plaza Sant Jaume. Además, este en concreto tiene un toque bohemio en su interior, muy propio del barrio donde se encuentra.
No dudes en adquirir una casa que te transmita esta impresión, porque esta será la forma que solo desde casa tengas la sensación de tener Barcelona muy dentro de ti.
