El Palau de la Música Catalana es uno de los recintos privilegiados, donde escuchar música en vivo en la ciudad de Barcelona. Allí todo es singular. Antiguas taquillas en el interior de una columna, interiores iluminados por farolas, puertas de vidrio decoradas con grandes flores amarillas, juegos de trencadís o mosaicos de rosas rojas y de pavos reales. Sus características hicieron que se convirtiera en la única sala de conciertos modernista declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 1997.
El edificio es obra del arquitecto Lluís Doménech i Montaner. Se alza entorno a una estructura central de metal, que se recubre de vidrio y que permite que la luz pase de forma mágica al interior. Escultura, mosaico, vitral y forja; en él se muestra toda la excelencia de las artes y oficios propios de la arquitectura de la época del modernismo catalán.
La sala de conciertos del Palau de la Música Catalana es una de las más singulares del mundo. Destaca por su majestuoso órgano sobre el escenario y por su lucernario central, que representa el sol. La luz natural ilumina las figuras de las musas que rodean el escenario, las flores, las palmeras, los frutos, las valquirias de Wagner en el techo y los bustos de Anselm Clavé y de Beethoven. Este lugar es, desde hace más de un siglo, el escenario de los mejores conciertos. Sede de actuaciones de artistas referentes en el ámbito de la música culta y popular.
El Palau de la Música en Navidad
La Navidad es uno de los momentos más esperados de la temporada musical dentro del Palau de la Música Catalana; los conciertos, cuyas entradas se agotan en pocos días, cuentan con una magia navideña que los hace aún más especiales. Este año el concierto de San Esteban (26 de diciembre) coincide con la celebración del 125º aniversario del Orfeó Català. El concierto de Año Nuevo será otra fecha única. Se pondrán en escena los mejores títulos del vals con un repertorio inspirado en la tradicional cita de Viena.
Poder disfrutar de la arquitectura modernista de Barcelona dentro de la vivienda, es un lujo y una experiencia única. Desde Atipika Barcelona, le sugerimos este maravilloso piso modernista de 173m2. Se situa en una finca catalogada en pleno Quadrat d’Or, junto al Paseo de Gracia. Ésta conserva detalles originales, característicos de estilo modernista; el suelo de mosaico hidráulico, los techos altos artesonados y las ventanas de cristal con color.