Barcelona crece. Barcelona avanza. Barcelona cambia. El crecimiento de la ciudad, en todos los sentidos, necesita de un profundo cambio estructural en cuanto a su disposición urbanística. En ese contexto, el barrio del Poblenou está siendo actor protagonista.
Marcado por la centralidad de la fachada marítima, con la Villa Olímpica por un lado y el Frente Marítimo por otro, Poblenou está sufriendo cambios significativos; ha pasado de ser un barrio industrial, a una zona transversal para los negocios y el desarrollo.
Este cambio es consecuencia de una serie de medidas específicas, destinadas a la reutilización del suelo industrial, para realizar actividades relacionadas con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Por este motivo, Poblenou se ha posicionado como la zona más próspera de la ciudad, en cuanto a negocios.
La industria tradicional ya no la encontramos en Poblenou, sino en los polígonos industriales y periferias. La herencia ferroviaria ha sido eliminada. El sistema de las rondas muta. La Diagonal se abre hasta el mar, donde se encuentra con el complejo lúdico-residencial de lujo ‘Diagonal Mar’. La zona de ‘Glòries’ se ha rehabilitado y la cultura está presente con el Teatro Nacional de Cataluña y el Auditorio.
Este nuevo conglomerado industria-servicio ha vuelto a Barcelona para quedarse. La normativa urbanística está permitiendo esta recuperación industrial, y las políticas económicas de promoción deben fomentarla, para recolocar Poblenou en el centro de la ciudad postindustrial. De este modo, se sitúa a la marca Barcelona en una buena posición para poder competir con otras grandes urbes europeas, dentro del nuevo paradigma tecnológico.
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