Es difícil creer que pueda existir un edén en medio del barrio Gótico, a muy pocos metros del bullicio de Las Ramblas, la parte más concurrida de la ciudad de Barcelona. Pero este oasis existe: los jardines de la casa Ignacio Puig.
Estos jardines se sitúan en un enclave secreto; casi oculto. Podrá acceder a ellos a través de la recepción de un hotel en la peatonal calle de la Boquería, 10; o bien por un ascensor situado en la calle Arolas.
Con una colección sorprendente de magnolias, laureles y tilos, podrá sentarse en uno de los bancos o sofás tipo chill out que el hotel pone a disposición de los visitantes. De esta forma podrá desconectar del gentío y los ruidos que ensordecen en Las Ramblas.
Actualmente son unos jardines de propiedad privada y uso público, accesibles para todo el mundo en horario de 10 a 18 horas. En invierno, cuando el sol se esconde más temprano, las luces que ha instalado el hotel hacen que el ambiente recuerde a un jardín de cuento.
Un lugar desconocido
Actualmente es patrimonio municipal y es uno de los lugares más exclusivos de la ciudad. Está distribuido en dos niveles gracias a una balaustrada, y compuesto de una logia, grutas y pequeños estanques que, cuando están encendidos, ayudan a la evasión gracias al sonido relajante del agua.
Este enclave es una creación de 1861 y se ideó como espacio verde de un palacete del siglo XIX, un vestigio exiguo del modernismo en plena Ciutat Vella. Su fachada es una obra primeriza de Josep Puig i Cadafalch, el arquitecto de la Casa Macaya, de la Casa Amatller y de las Quatre Columnes de Montjuïc.
Desde ahí, podrá llegar fácilmente a la vivienda que Atipika Barcelona le ofrece, situada a dos minutos de Las Ramblas. Este dúplex consta de dos terrazas privadas. Sus suelos de parqué y armarios de diseño dotan al espacio de la calidez y exclusividad que quiere en su hogar. Además, una de las terrazas de 30 m2 cuenta con una zona chill out, piscina-jacuzzi y trastero.