Vivir en una casa en plena Barcelona

Normalmente cuando se piensa en vivir en una casa la imaginación nos lleva a urbanizaciones alejadas del centro de Barcelona, en núcleos urbanos de las afueras de la ciudad. El imaginario nos traiciona, porque sí es posible encontrar viviendas unifamiliares donde no solo prima el espacio, sino también la comodidad de vivir con una buena comunicación o localización. En Atipika Barcelona hemos seleccionado cuatro casas situadas en Barcelona ciudad, cada una con sus particularidades según las zonas donde se localizan: Sarrià, el Clot y Horta. Pero todas ellas coinciden en la intimidad que ofrecen sus paredes, un refugio de tranquilidad y calma en una ciudad tan activa como Barcelona. Vivir en una casa en plena Barcelona es posible y es todo un sueño.

Sarrià

El barrio de Sarrià mantiene el aire de villa que entusiasmó a la burguesía catalana del siglo XIX: calles estrechas para peatones, plazas que conectan con la calle Mayor y numerosas zonas verdes. El estilo de las casas que podemos encontrar en este barrio responde al de las llamadas “torres” o casas de verano que construyó la burguesía industrial. Un esplendor que marcó la historia de Barcelona y que hoy perdura. Estas construcciones reflejaron la mentalidad y el gusto de la clase alta de la época, con un estilo más dado a la sobriedad y al practicismo que el estilo predecesor, el modernista.

El modernismo del siglo XIX había dado edificios de gran contenido plástico e imaginativo, la Casa Batlló, el Palau Güell o la Casa Lleó Morera. Pero al entrar en el siglo XX, la idea de modernidad cambia y se opta por un estilo más comedido y racional, se busca en las raíces propias mediterráneas tendiendo cada vez más hacia un clasicismo arquitectónico.  Esta época de esplendor dejó huella en las calles de Barcelona, una marca que hoy perdura.

 

 

Esta casa construida en 1936 de 256m2 es un ejemplo de este período, con un diseño mediterráneo y amplia piscina privada. Al ser una vivienda completamente exterior la luminosidad es una característica común en cada una de sus estancias, además, dispone de dos terrazas de las cuales se puede disfrutar de unas espectaculares vistas de la ciudad de Barcelona.

 

 

Una vivienda totalmente reformada de cinco dormitorios y tres baños, que juega con los acabados de alta gama manteniendo su estilo original.

 

 

Un sitio magnífico donde vivir, disfrutando de la tranquilidad que brinda el barrio de Sarrià a la vez que se puede acceder fácilmente a cualquier parte de Barcelona. En el mismo distrito encontramos otra finca que data del 1908 y que en 1987 se restauró por completo para adaptarla a las nuevas necesidades, potenciando sobre todo los espacios diáfanos.

 

 

Esta casa de 800m2 está distribuida en tres plantas y dispone de un loft anexo de 240m2. La vivienda, que tiene una larga historia entre sus muros, ha albergado a varias generaciones y ha sido testigo de la urbanización del barrio de Sarrià. De hecho, desde el 1970 algunas de sus estancias diáfanas se han utilizado como espacio para showrooms de una marca de renombre.

 

 

El edificio se divide en tres cuerpos en planta, el central responde al hueco de la escalera que comunica a todo el edificio. El cuerpo que preside el edificio acaba con una bóveda de medio punto acristalada con estructura de hierro y metal que proporciona luz natural a la vivienda entera. En el interior el mínimo detalle está cuidado, el mejor diseño se asoma por cada ángulo de la casa, la serenidad y la elegancia se desprende de sus espacios abiertos. Los colores suaves dan el toque clasicista en esta vivienda que responde a la tradición popular catalana con su simplicidad de líneas, su ordenamiento en módulos y su estructura de bloque que recuerda a la construcción renacentista, protagonista de la época del ‘noucentisme’.

 

 

El antiguo garaje se ha acondicionado como loft de 240m2 situado en un jardín que aporta el elemento natural a la vivienda. Está orientada al este y dispone de unas vistas privilegiadas de la ciudad que se pueden disfrutar mediante sus cuatro terrazas.

 

El Clot

El Clot es un lugar donde pasear tranquilo y descubrir uno de los núcleos más antiguos del distrito de Sant Martí. El actual barrio del Clot estuvo compuesto durante siglos por masías con importantes extensiones agrícolas que se instalaban alrededor del Rec Comtal, y que proveían de alimentos a la ciudad de Barcelona. El carácter rural de esta zona se mantuvo hasta finales del siglo XIX, de hecho, actualmente aún podemos encontrar algunas de estas masías en el paisaje urbanístico del barrio, como ‘la Torre del Fang’ o ‘la Torre de Sant Joan’. A partir del siglo XIX se instalaron distintas industrias como la Farinera, la Renfe o años después la fábrica Olivetti, convirtiendo el barrio en un asentamiento industrial y obrero. Fue con la industrialización que empezó la construcción de viviendas unifamiliares, cuyas fachadas sencillas eran la entrada de casas espaciosas con jardines e incluso terrazas.

 

 

Esta casa data del 1925 y está situada cerca del Jardí Clot de la Mel. La acogedora vivienda cuenta con 138m2 distribuidos en dos plantas. La tercera planta es una terraza de 69m2 con vistas a la calle y al encantador jardín privado de 96m2.

 

 

El salón-comedor con cocina integrada destaca por su luminosidad, característica que se repite en otras estancias de la casa, como en sus tres dormitorios. La vivienda está reformada y mantiene los acabados originales restaurados, un ejemplo son los suelos hidráulicos y los techos abovedados con vigas vista.

La planta inferior está diseñada con un espacio abierto polivalente, que mantiene el encanto de las construcciones de la época. Para más información de esta magnífica casa póngase directamente en contacto con nuestra comercial. 

 

Horta-Guinardó

Adentrándose a la sierra de Collserola encontramos el tercer distrito más extenso de Barcelona, Horta-Guinardó.  El pasado de este barrio es principalmente rural, de hecho, antes de anexionarse a Barcelona a finales del siglo XIX, Horta era un pueblo muy ligado a la abundancia de agua que había en la zona. Actualmente se pueden visitar algunas de las masías y casas señoriales de aquellos tiempos, como Can Cortada, Can Fargas, Can Soler o Can Baró.

Dentro del distrito de Horta-Guinardó podemos encontrar aún las reminiscencias de su pasado rústico no tan lejano: las casas bajas, las calles estrechas, la abundante vegetación, las masías y los vecinos ajenos al bullicio del resto de la ciudad, que se pueden permitir el lujo de mirar a los demás barceloneses desde las espectaculares vistas de sus viviendas y miradores.

 

 

Estas son las espectaculares vistas panorámicas de una de nuestras modernas casas que se sitúa junto al Parc de Collserola. Una vivienda de 138m2 que está distribuida en un luminoso salón con vistas al mar, un espacio acogedor donde poder disfrutar de la serenidad que ofrece esta vivienda. El comedor se encuentra en la cocina independiente equipada, un espacio lleno de luz que tiene salida a la terraza, en la cual podemos disfrutar del aire fresco que brinda la Serralada de Collserola.

 

 

Dos de los puntos fuertes de esta vivienda son: la orientación al mar y la luminosidad. De ambos aspectos se puede disfrutar en prácticamente todas las estancias, entre ellas una suite con baño, vestidor y terraza, y una habitación doble. La tercera habitación es individual y también completamente exterior.

 

 

Uno de sus principales atractivos es un encantador jardín que le permitirá disfrutar de los días soleados en primavera. Un auténtico refugio para disfrutar de la naturaleza y la calma con Barcelona a sus pies.

Para más información de estas fantásticas casas en Barcelona no dude en ponerse en contacto con Atipika Barcelona, a través de la web www.atipika.com, o del teléfono 934815032

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