El Eixample barcelonés es uno de los espacios urbanos más singulares y significativos dentro del contexto arquitectónico europeo y mundial. Conformado por más de cuatrocientas manzanas de viviendas simétricamente alineadas, el Eixample es la extensión de la ciudad que ofrece las vías, plazas y edificios más importantes de la ciudad, imprescindibles para cualquier residente o turista. Es aquí donde se pueden encontrar los restaurantes de alta gastronomía más exquisitos, las mejores tiendas de moda local e internacional, los edificios más emblemáticos y una infinidad de expresiones del art noveau de Barcelona, recogidas en distintas galerías de arte del distrito. Hablar del Eixample es marcar un antes y un después en la historia de la ciudad.
Este distrito se extiende desde la Plaça Espanya hasta prácticamente el río Besòs y, desde su proyecto inicial, pretendía conectar, mediante un entramado urbano cuadriculado, toda la parte antigua de la ciudad, actualmente Ciutat Vella, con el resto de la ciudad: Gràcia, Sants, Sant Andreu, Sant Martí, Sarrià, etc. El Eixample contemplaba desarrollarse sobre una inmensa superficie totalmente despejada y libre de construcciones por su carácter militar estratégico. Planteaba una cuadrícula de manzanas de punta a punta de Barcelona, con calles largas y chaflanes de 45º para permitir una mejor visibilidad. Todo ello propiciado por la extrema necesidad de crecer fuera de las murallas y por la especulación que conllevó la urbanización de más de mil hectáreas de terreno.
Toda la idea de desarrollo del Eixample fue ideada por el urbanista e ingeniero Ildefons Cerdà, dando nombre a este proyecto: Plan Cerdà. Un plan de reforma y ensanche de toda la ciudad que seguía los criterios del proyecto hipodámico, con una estructura cuadriculada, espaciosa e igualitaria, donde los barrios no se diferenciaban unos con otros y todos los servicios se repartían de forma equitativa. Estructuras ortogonales, esquinas achaflanadas y edificios altos fueron los protagonistas del nacimiento del urbanismo moderno en Barcelona. Este crecimiento pudo darse gracias a la consolidación de la ciudad barcelonesa como motor económico de España, algo que se vio reflejado en un crecimiento urbanístico y que fue premiado por el gobierno central cuando Madrid levantó la prohibición de no construir fuera de las murallas medievales, vigente desde 1714.
El plan fue aprobado en 1860 pero no se ejecutó hasta varios años después. En la década de 1870 se produjo un gran crecimiento de la ciudad, ya que los inversores vieron en el Eixample una gran oportunidad de negocio. El retorno de los emigrantes españoles que llegaban de las colonias americanas con los bolsillos llenos aportó un gran capital a la ciudad. Todos los indianos querían invertir y encontraron en el Eixample su mejor destino, comenzando así la fiebre del oro. Años más tarde, en la Exposición Universal de 1888, muchas zonas se renovaron y hubo un gran crecimiento de los servicios públicos.
Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX, coincidiendo con el estallido del Modernismo en Barcelona, que el proyecto creció realmente. En esa época, la burguesía barcelonesa competía con otras naciones y contrataba los servicios de los mejores arquitectos y diseñadores, como Domènech i Muntaner, Puig i Cadafalch o el mismo Antoni Gaudí. Esta expresión creativa del estilo artístico modernista potenció el desarrollo del Plan Cerdà y convirtió a Barcelona en un símbolo europeo vanguardista. El Eixample creció de tal manera que pocos años más tarde, Barcelona integró a su territorio los municipios de Sants, Les Corts, Sant Gervasi, Gràcia, Sant Andreu i Sant Martí de Provençals. Este crecimiento del proyecto vino acompañado de una gran polémica por imponerse desde el gobierno de España y arrollar el plan de Antonio Rovira y Trías, ganador del concurso del Ayuntamiento de Barcelona.
En la actualidad, el distrito del Eixample engloba un total de seis barrios: El Fort Pienc, La Sagrada Família, La Dreta de l’Eixample, L’Antiga Esquerra de l’Eixample, La Nova Esquerra de l’Eixample y Sant Antoni. El territorio es una excelente zona residencial, segura y llena de vida, tanto diurna como nocturna. Es un barrio único para pasear, disfrutar de la gloriosa arquitectura y el exquisito arte, así como para descubrir sus infinitas tiendas, restaurantes y galerías. Sin duda, la calle más emblemática del Eixample es el Passeig de Gràcia, ubicada en el corazón del distrito y dividiendo La Dreta y l’Esquerra de l’Eixample. Por un lado, es un verdadero escaparate de obras de arte, pues es la avenida que alberga más edificios modernistas y muestras de arte, y por otro, es una calle ideal para las compras, que acoge cientos de tiendas, boutiques y comercios de diseñadores internacionales. Sin embargo, en el Eixample le esperan otras calles, plazas y avenidas como La Rambla Catalunya, La Avinguda Diagonal, La Gran Via, La Plaça Catalunya, La Plaça Francesc Macià y un larguísimo etcétera.
El Quadrat d’Or es la zona del Eixample que transcurre entre las calles Aribau y Passeig de Sant Joan, alrededor del Passeig de Gràcia. El nombre proviene de la exposición del mismo nombre sobre la arquitectura modernista de esta zona, realizada durante el año 1990 dentro de las actividades de la Olimpiada Cultural de los Juegos Olímpicos de Barcelona del 92. Ubicada en el entorno burgués del que el Eixample se alimentó, el Quadrat d’Or guarda exponentes realmente importantes de la arquitectura modernista catalana barcelonesa del siglo XX. Podemos encontrar la Casa Batlló, la Casa Amatller, la Casa Lleó Morera, la Casa Milà (o Pedrera), la Casa Terrades (o Casa de les Punxes) y muchas otras representaciones modernistas.
Hace ya más de un siglo y medio que se creó el corazón de Barcelona, el distrito más grande y poblado de la ciudad. Una joya para todo aquel que aprecie la arquitectura. Atipika, con su sede central en pleno Passeig de Gràcia, en frente de la Casa Batlló y rodeada de un exquisito entorno arquitectónico modernista, se ha mostrado siempre orgullosamente como una corporación admiradora de la arquitectura de la ciudad. En este post les mostraremos algunas de las mejores propiedades que ofrecemos en el Quadrat d’Or barcelonés y en todo el Eixample, tanto para aquellos interesados en la opción de compra, como para aquellos que deseen alquilar.
En primer lugar, si está interesado en alquilar una propiedad, les ofrecemos esta espectacular propiedad señorial en plena Diagonal, a pocos minutos de La Pedrera y la Casa de les Punxes. La vivienda cuenta con unos acabados excepcionales de estilo colonial y modernista, con techos abovedados, arcos conopiales y otros detalles. Una superficie de 300m2 con cinco dormitorios, cinco baños y una fantástica terraza configuran la que es la opción con más carácter de nuestro catálogo de alquiler. Además, esta vivienda ofrece también la opción de alquilarse como oficina, con impresionantes vistas a Barcelona, espacios abiertos y una estructura inmejorable: https://www.atipika.com/es/reference/8679.
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No todo el mundo tiene el privilegio de ver la Casa Batlló mientras disfruta de un poco de aire fresco. Este excepcional apartamento dispone de una terraza privada de 16m2 con vistas a la parte trasera de la ‘Manzana de la Discordia’, una de las partes de la ciudad con más belleza arquitectónica de toda Barcelona. Consta de cuatro dormitorios y dos baños completos y se encuentra en perfectas condiciones, recién reformado y con acabados inmejorables. Ubicada a pocos pasos de Passeig de Gràcia y Rambla Catalunya, esta propiedad te fascinará: https://www.atipika.com/es/reference/13119. Para ver la simulación en 3D puede hacer clic en el enlace: https://everpano.com/viewer/?tour=c5c9c917.
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